Alrededor de las 17:00 ya estábamos en la laguna Rosada. Este paraíso se encuentra en Telchac, yendo desde Puerto Progreso a Telchac hay un entronque que lleva a la zona arqueológica de Xcambó, Dzemul, ahí, al dar la vuelta llegará.
El lugar es una laguna costera, un cuerpo de agua paralelo a la costa con comunicación hacia el mar a través de un canal al que se le denomina "boca" y limitada por algún tipo de barrera. En su porción mas interna pueden desembocar ríos continentales -que en nuestra bella península son subterráneos-. Debido a la influencia de agua salada y dulce, generalmente son ambientes salobres, con un gradiente salino que va disminuyendo del mar hacia las desembocaduras. Otro punto importante son las corrientes internas, éstas funcionan como trampas de materia que producen que la laguna se azolve rápidamente al acumularse los materiales orgánicos e inorgánicos.
Pero bueno, luego de este paréntesis podemos seguir con la relatoria del viaje, jeje. Emmmm, ¿en donde estaba?, haa sí, ya lo recuerdo, estábamos llegando a la laguna Rosada y eran alrededor de las 17:00. Llegamos y esperamos a que llegará nuestro guía y anfitrión Rodolfo, presidente de la cooperativa "Pescadores asociados a la laguna Rosada". Está cooperativa comenzó hace algunos años e impulsaron un proyecto de ecoturismo muy interesante en el sitio, sin embargo debido a problemas internos y la poca afluencia de gente la dieron por muerta hasta ahora que Rodolfo la esta sacando adelante. Ese es el problema con muchas cooperativas locales, la poca respuesta por parte de la gente y los problemas internos las acaban. Es algo triste, porque son proyectos que benefician tanto al medio ambiente como a las comunidades, no hay mejor manera de conservar a la naturaleza que empoderando a las comunidades rurales de sus recursos naturales para que los puedan aprovechar sustentablemente.
Rodolfo nos guío hacia los kayaks, y ahí íbamos, un grupo sediento de aventura cuando a los poco metros de avanzar escucho:
-¡Alberto, ven, rápido!
El llamado me llamo la atención, así que fui a ver de que se trataba y lo primero que capto mi vista fue un huico yucateco corriendo(Aspidocelis Angusticeps) y atrás de el ¡una serpiente sin rayas peninsular(Coniophanes meridanus)! deslizandoce a una velocidad de locos, apenas y la logramos ver. Cabe recalcar que como la mayoría de las serpientes en Yucatán esta especie no es de peligro para nosotros, son inofensivas. Fue algo impresionante y eso que el viaje apenas comenzaba.
Llegamos al muelle de los kayaks y vimos como se nos abría la laguna, en toda su magnificencia. Empezamos a remar y a los pocos metros un grupo de flamencos rosados alimentandose, con toda la tranquilidad del mundo removiendo el sedimiento buscando a los preciados crustáceos -mismos que le dan su color rosado tan característico-. Durante el recorrido también vimos garzas morenas(Ardea herodias), garzas blancas(Ardea alba), una garza azul(Eggreta caerula), garzas rojizas(Egretta rufescens), de esas aves que se encargan de traer a los chamacos, aunque no vimos ningún nene si muchas de las...ammm, ahorita me acuerdo, ¡claroooooooooooo! cigueñas, fiu fiu, por poco se me escapaba. También vimos golondrinas mangleras(Tachycineta albilinea) y tordos sargentos (Agelaius phoeniceus) por mencionar algunos. En este viaje no solo las aves robaron escena, si no como bien se aprecio al principio del viaje los reptiles no se dejaron vencer y en un momento cuando recorríamos la laguna pasamos por un islote que estaba lleno de cangrejos violinistas(Uca) y ¡plooooop! escuché un zambullido y vi a una especie de iguana nadar, en eso saltó otra y otra y luego vimos varias en el islote, resulta que no eran iguanas, ¡eran cocodrilos bebés! de apenas unos 30cm, jamás había tenido el privilegio de ver a los pequeños tan de cerca, fue algo que me quito la respiración de la emoción.
Al final la nueva ruta estuvo fabulosa, una experiencia que tienen que intentar si lo que quieren son actividades fuera de lo común en contacto con la naturaleza y conviviendo con gente bien interesante. Aprendimos bastante, nos relajamos muchísimo y por supuesto ¡nos divertimos como pocas veces!
Recuerden: Ustedes, los Ecoguerreros, una laguna costera hermosa con un crepúsculo aún mejor, fauna y flora nativa, kayaks, todos los sábados, no sé...piénsenlo ;).
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